Xaime Ximénez inició sus acercamientos artísticos desde marzo de 1985 cuando se decidió a tomar los pinceles y tomó con su boca los colores que son clásicos de Puerto Vallarta, y que se reflejan en las tejas rojizas, el blanco de las paredes, la torre de la iglesia de Guadalupe, el verde de las montañas o el azul cambiante del océano.

"Mi trabajo es realizado con mucho amor y entrega al arte naif donde deseo expresar de una manera inocente e ingenua mi percepción del mundo por medio de la forma y el color."

Xaime Ximénez refleja en su trabajo las características del arte naif desde el primer momento. El pintor naif aparece desprovisto de convencionalismos, estereotipos y prejuicios adquiridos a través de la formación académica o por la imitación de las corrientes artísticas imperantes. Es un estilo libre, amable, ingenuo, casi infantil.

"No existe duda que Puerto Vallarta es un paraíso terrenal, en donde he vivido desde mi niñez, toda mi vida lo he disfrutado recorriendo sus calles empedradas y sus casas blancas con rojas tejas de barro."

Xaime Ximénez ha sido acreedor del premio Vallarta en Arte 2001 y obtuvo también el primero, segundo y tercer lugar en la competencia internacional de artistas con discapacidad 2008 en Phoenix, Arizona.

"Mi arte es una ventana de mi mundo, mi esencia, mis obras contagiadas del hermoso colorido de Puerto Vallarta."

Los peces, los gatos, las tejas, el mar, son constantes en su obra y probablemente él mismo se ha vuelto parte del escenario tradicional vallartense, como cada uno de los elementos que pinta.

A Xaime Ximénez es común encontrarlo frente los Arcos del malecón en la zona centro de Puerto Vallarta, desde donde los labios son su herramienta para reflejar la tradición desde hace ya más de 23 años.